Hace unos cuantos años que hago stencil. Hice también algunos posters, stickers y pintadas grandes. No había absolutamente ninguna pintura en los muros de mi ciudad antes de eso, salvo algunos graffitis filosóficos o amorosos y otros del orden de “bolso manda preso”.
Me preguntaba por qué habiendo tantos muros, tantos espacios en “blanco” nadie se ocupaba de decorarlos y compartir con sus vecinos una visión más amigable todos los días. Fue por esto que comencé a hacerlos: puedo motivar a otras personas a que elaboren imágenes y que de alguna forma terminen en un lugar donde todos podamos ser testigos de ellas. He generado una reacción en las personas que tienen inclinaciones artísticas; darles un tortazo, contagiarlos y ponerlos a trabajar. Lamentablemente, la mayoría de las personas no se fijan qué hay en las paredes, por eso apuesto al observador que va viendo más que mirando su alrededor y al que se cree capaz de llevarlo a cabo.
El hecho de que el arte se encuentre dentro de perímetros legitimados como una enciclopedia o un museo o galería no contribuye en nada al hecho de que más personas se involucren y se dediquen a la producción de objetos artísticos (o algo cercano) y que de esa forma encuentren, o no, una vía de expresión. Por esto creo que también debe estar dónde todos tengamos acceso a él y ese lugar es la calle o por lo menos un lugar de uso público. Y que además debe ser anónimo, ya que el hecho de que no tenga firma lo convierte en otro elemento del paisaje urbano, que no tiene dueño o que tiene infinitos dueños, que pudo haber sido pintado por la panadera o el pibito que sale a correr a la mañana o el gordo que lava el auto todos los domingos; porque cualquiera es capaz de hacerlo.
Mi trabajo es simplemente decorativo. No me he pasado a la línea de los maestros como Banksy o Emess, que se dedican casi exclusivamente a la protesta, a la denuncia y hacen estampas que son consideradas subversivas. Para mí, siempre fue un motivo de encuentro y diversión con los amigos que trabajan conmigo. Sin embargo he puesto en peligro mi salud mental con varias intoxicaciones con pintura en spray :D y me han llevado a la comisaría, dónde después de agitar dos o tres veces mis pestañas me dejaron ir. Obviamente, no iba a exponer todos mis argumentos sobre el arte callejero frente al cuerpo de policía de la seccional 7° de Pando.
Espero que les guste mi modesto trabajo. Tengo varios stenciles grandotes en camino y pienso estampar alguno de ellos en la escuela…voy a necesitar ayuda.
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